lunes, 25 de abril de 2016

PREVENCIÓN Y CONTROL DE LA DEPRESIÓN



INTRODUCCIÓN

El episodio depresivo (primer episodio) y el trastorno depresivo recurrente (más de un episodio, y llamado en otras clasificaciones depresión mayor) son un síndrome o agrupación de síntomas en el que predominan los síntomas afectivos (tristeza, decaimiento, irritabilidad, sensación subjetiva de malestar e impotencia frente a las exigencias de la vida), los cuales suelen acompañarse de otros síntomas que provocan malestar y configuran todos ellos una afectación global de la vida psíquica y dificultan el desarrollo de la vida cotidiana de quien padece la enfermedad.

Es una enfermedad común entre la población, y que tiene un curso recurrente en el 50% de los pacientes durante los 10 primeros años y toma un curso crónico en el 30% de los casos. Representa, además, un factor de riesgo para sufrir otras enfermedades médicas o empeora los desenlaces médicos de los individuos con enfermedades comórbidas, lo cual hace que su pronóstico sea menos favorable. El riesgo y la complicación más temida de la depresión mayor es la muerte por suicidio.  




JUSTIFICACIÓN 

La pregunta de investigación surge de una necesidad de aprender a identificar un problema de salud tan actual como es la depresión en algunas personas, para poder llegar a entenderlas, dando así fin a algunas dudas que se han planteado frente a dicho tema.

Por tanto es importante realizar la investigación porque se muestran las posibles razones que permitirán conocer los diferentes tipos de personas depresivas y que quizás nos ayudaran en un momento dado a manejar situaciones posibles en aquellos que lo necesiten.

Al comprender y analizar el comportamiento de algunas personas se pueden conocer los motivos, sentimientos y la explicación que le dan a la depresión que hay en ellos.



OBJETIVOS

·         Brindar parámetros de atención basados en la mejor y más actualizada evidencia disponible.

·         Disminuir  la variabilidad de esta enfermedad.

·         Brindar información pertinente y actualizada al paciente para mejorar el tratamiento destinado.


·         Ayudar al paciente con depresión a tomar decisiones informadas.



DEFINICIÓN



La depresión es una enfermedad que puede afectar a cualquier ser humano. Se caracteriza por un cambio en el estado de ánimo, en el comportamiento o en la forma de pensar. La depresión puede llegar a perjudicar las funciones mentales y físicas de quien la padece.


La depresión es el resultado de una combinación de factores de predisposición genética aunado a factores orgánicos y psicológicos.



CAUSAS
Las causas de la depresión son variadas, pero la bioquímica puede ayudar a explicar algunos casos. Las personas deprimidas muestran niveles muy altos de cortisol (una hormona) y de varios agentes químicos que actúan en el cerebro, como los neurotransmisores serotonina, dopamina y noradrenalina. Estos niveles pueden estar elevados por motivos hereditarios. Explicaciones dadas al origen familiar de la depresión son que los niños reciban una visión triste del mundo por el comportamiento de sus padres, o crecer en un ambiente que no es totalmente enriquecedor. El principal motivo por el cual puede producirse, es por una pérdida. Esta pérdida puede ser la muerte de algún ser querido, la ruptura con la pareja, la pérdida del trabajo, enfermedades, problemas de empleo, problemas familiares, soledad o tensión, entre otros factores.
















FACTORES DE RIESGO
El desarrollo de depresión está influenciado por una serie de factores de riesgo de origen biológico, psicológico y social. Estos factores de riesgo no solamente determinan la probabilidad de aparición de depresión si no también el momento de desarrollo de la misma.
Origen biológico
Herencia
Género femenino
Actividad reducida de neurotransmisión serotoninergica
Hipersecreción de cortisol
Enfermedades concomitantes (accidente cerebrovascular, infarto de miocardio, diabetes, hipertensión, rotura de cadera)

Abuso de alcohol y dependencia
Origen psicológico:
Desordenes de personalidad                
Distorsiones cognitivas
Abuso físico o sexual en la niñez
Origen social
Eventos de estrés (duelo, pérdida de trabajo)
Molestias diarias
Estado socioeconómico


                                      



SIGNOS Y SÍNTOMAS

Las manifestaciones que implican un cambio en los sentimientos son:
Ánimo abatido: Es descrito como el sentimiento de tristeza.
Sentimientos negativos hacia sí mismo: Hay un sentimiento generalizado de desagrado sobre sí mismo.
Insatisfacción: Se pierde el interés y el gusto por realizar actividades.
Indiferencia afectiva: Hay una disminución del interés en algunas actividades, en el afecto o preocupación por otras personas.
Accesos de llanto: Las personas deprimidas lloran sin razón aparente, tienen más ganas de llorar o lo hacen con más frecuencia que cuando no están deprimidas.

Estas manifestaciones influyen en la forma de pensar como son:
Baja valoración de sí mismo: Hay una autoevaluación y una baja autoestima.
Sentimientos de desesperanza: Hay una actitud pesimista en el presente y hacia el futuro.
Auto-acusaciones y autocrítica: Hay una tendencia a criticarse así mismo, encontrarse deficiencias y a reprocharse.
Indecisión: Hay una dificultad para tomar decisiones y presentan cambios de opinión, asimismo hay dificultad para tomar una alternativa.
Distorsión de la imagen corporal: Las personas deprimidas se preocupan mucho por su aspecto físico y, tienden a valorarlo negativamente, o contrariamente, se niegan a cuidar su imagen corporal.
Pensamientos negativos de incompetencia: Se presentan sin que exista una justificación clara y objetiva.
Las manifestaciones físicas que se manifiestan son:
Desórdenes alimenticios: Presentan un aumento o disminución en el apetito y en la forma de comer.
Trastornos del sueño: Estos pueden presentarse de diferentes maneras, son aquéllos en los que hay un aumento en las horas de sueño, existe dificultad para dormir, existe insomnio o el sueño es muy ligero e inclusive se presentan pesadillas.
Disminución de la libido: Se presenta una disminución en el interés en las relaciones sexuales.
Fatiga: Aumenta el cansancio, esta sensación puede describirse como una pérdida de energía, un estado de agotamiento que permanece en el cuerpo por completo.

Diaforesis: Se padecen ataques repentinos, comúnmente asociados con sensaciones de pánico.




TIPOS DE DEPRESIÓN

Distimia: Es una forma crónica de depresión en la cual el estado de ánimo es bajo la mayor parte del tiempo.
Doble depresión: Se presenta cuando existe distimia y se sufre a la vez una situación adversa en la vida, como por ejemplo, la pérdida del trabajo o de un ser querido.
Depresión atípica: Se tiene un aspecto pasivo y sin energía, hay un aumento del apetito, hipersomnia y fatiga. 
Depresión bipolar o estado maníaco depresivo: Incluye dos diferentes fases de desorden del estado de ánimo. Estas fases ocurren algunas veces sucediéndose una a la otra, pero en ocasiones existe un período de estabilidad entre ambos extremos. Los síntomas depresivos se mezclan con ansiedad, fuga de ideas, insomnio e irritabilidad. 
Trastorno afectivo estacional (TAE): Se presenta cuando existe una relación temporal entre la aparición de un trastorno depresivo recurrente y una determinada época del año (otoño o invierno).
Trastorno disfórico premenstrual: Sucede cuando los síntomas premenstruales se agravan, aparece en la semana anterior al período menstrual. Puede desencadenar episodios de tristeza, irritabilidad y aumento del apetito. 
Depresión en el embarazo: Es común que aparezca entre el primer y tercer trimestre del embarazo. 
Depresión posparto: Se inicia en cualquier momento, desde los primeros días hasta semanas después del parto, los síntomas aparecen todos los días y duran más de dos semanas; se presentan sentimientos de culpa, estados de fatiga e insomnio.
Depresión menopáusica: Aparece en la mediana edad, produce sensación de tristeza, coincidiendo muchas veces con crisis conyugales; hay ansiedad aunada a bochorno e insomnio, lo cual agrega angustia a la depresión. 

Depresión en el adulto mayor: Se presenta por la disminución de las actividades cognitivas. Los síntomas de la depresión, como pérdida de la memoria y la poca capacidad de concentración, pueden ser fácilmente atribuidos a la edad, y son confundidos con la demencia senil o incluso con la enfermedad de Alzheimer.



                                        Modelo de Hildegard Elizabeth Peplau        
  
1 de septiembre de 1990, fue una famosa enfermera teorizadora estadounidense que estableció un modelo de cuidados  que actualmente lleva su nombre. En 1995 fue incluida en una lista de 50 grandes personalidades norteamericanas. 
Su modelo puede utilizarse como un marco de trabajo a corto plazo y como herramienta para analizar los procesos terapéuticos. 
Teoría psicodinámica de la Enfermería:
Las relaciones interpersonales están abarcadas por las siguientes disciplinas y conceptos:
  1. Psicodinámica de relaciones interpersonales.
  2. Teoría psicoanalista.
  3. Teoría de las necesidades humanas.
  4. Concepto de motivación y desarrollo personal.
Peplau identifica dos supuestos explícitos:
  1. El aprendizaje de cada paciente cuando recibe una asistencia de enfermería es sustancialmente diferente según el tipo de persona que sea el enfermero.
  2. Estimular el desarrollo de la personalidad hacia la madurez es una función de Enfermería. Sus profesionales aplican principios y métodos que orientan el proceso hacia la resolución de problemas interpersonales. 
En su modelo se expresan los siguientes principios de base:
  1. Toda conducta humana tiene una importancia y estiramientos hacia una meta que puede ser la investigación de un sentimiento de satisfacción o un sentimiento de satisfacción mismo.
  2. Todo lo que constituye un obstáculo, o un impedimento a la satisfacción de una necesidad, un impulso o un objetivo constituye «una frustración».
  3. Considerando que la ansiedad puede suceder en las relaciones interpersonales, es necesario estar consciente que el enfermero puede aumentar la ansiedad del paciente no informándole bastante o no contestando preguntas etc.

Enfermería, persona, salud y entorno según Peplau


Relación enfermero-paciente

La esencia del modelo de Peplau, organizado en forma de proceso, es la relación humana entre un individuo enfermo, o que requiere atención de salud, y un enfermero educado especialmente para reconocer y responder a la necesidad de ayuda. Este modelo, publicado por primera vez en 1952, describe cuatro fases en la relación entre enfermero y paciente: 


  1. Orientación: Durante la fase de orientación, el individuo tiene una necesidad percibida y busca asistencia profesional. El enfermero ayuda al paciente a reconocer y entender su problema. 
  2. Identificación: El enfermero facilita la exploración de los sentimientos para ayudar al paciente a sobrellevar la enfermedad.
  3. Aprovechamiento: El paciente intenta sacar el mayor beneficio posible de lo que se le ofrece a través de la relación.
  4. Resolución: Las antiguas metas se van dejando gradualmente de lado a medida que se adoptan otras nuevas. 
Peplau reconoce la ciencia de Enfermería como una ciencia humana, que centra el cuidado en la relación interpersonal.


Aceptación de la teoría por la comunidad de Enfermería
En el ejercicio profesional es visto como un punto de vista novedoso, un método nuevo, y unos fundamentos teóricos para la práctica de la enfermería en trabajos terapéuticos con pacientes. Sus ideas han inspirado un modelo para la práctica de la enfermería psiquiátrica, explicado además de manera aplicable. La interacción enfermero-persona usuaria constituye uno de los ejes centrales de la provisión del cuidado de enfermería. Interacción es el proceso de contactar con el otro por un tiempo determinado, utilizando como vehículo la comunicación. Este contacto ya sea a través del cuerpo, las palabras, los ojos, los sonidos o los objetos establece una relación. Se trata de un proceso interactivo donde la persona co-participa o co-interviene y por tanto todo tipo de ayuda se ha de hacer CON la persona.


DIAGNOSTICO
Ningún síntoma garantiza el diagnóstico por sí solo. Algunas personas depresivas experimentan muy pocos síntomas, otras en cambio presentan un amplio número de síntomas. La gravedad de los síntomas también varía mucho de unos pacientes a otros. Además en la actualidad no existe ninguna técnica diagnóstica útil para realizar este diagnóstico. Ni las técnicas de neuroimagen (escáner, resonancia, radiografía), ni el electroencefalograma.

Criterios diagnósticos

La ausencia de técnicas diagnósticas objetivas hace que el diagnóstico de depresión se realice teniendo en cuenta, exclusivamente, la información que el médico obtiene durante la entrevista con el paciente (y con familiares o personas allegadas).

La comunidad médica internacional ha consensuado unos criterios clínicos para establecer el diagnóstico de depresión. 

PREVENCIÓN

LA NECESIDAD DE DESARROLLAR PROGRAMAS PREVENTIVOS PARA LOS TRASTORNOS DEPRESIVOS.
Existen múltiples argumentos que sugieren que la prevención de la depresión debería ser una estrategia sanitaria prioritaria, teniendo sobre todo en cuenta las siguientes razones: la magnitud epidemiológica de esta patología; su especial tendencia a la cronicidad; el alto índice de comorbilidad que la caracteriza; y el coste personal, social y económico que implica. Se sabe desde hace tiempo que la tasa de morbilidad psiquiátrica en la población general se sitúa en torno a un 15% (Vázquez-Barquero et al., 1987), cifra que se duplica en los pacientes que acuden a atención primaria (Goldberg, 1995). Sin embargo, las investigaciones realizadas en este nivel asistencial ponen de manifiesto que más de la mitad de los pacientes con patología psíquica no son correctamente diagnosticados por su médico.   
La depresión, asimismo, constituye un factor de riesgo para el suicidio (Möller, 2003; Rutz, 2001), aunque no el único. Se estima que casi la mitad de los pacientes de atención primaria con un trastorno depresivo mayor presentan en algún momento ideación suicida. Un hallazgo común, es la mayor prevalencia de trastornos depresivos en el sexo femenino, algunos autores estiman que  la prevalencia de depresión a lo largo del ciclo vital es de 1.7 a 2.7 veces mayor en mujeres que en varones. Para explicar este fenómeno, se ha planteado la contribución de factores hormonales, psicológicos, genéticos, y ambientales. La prevención se basa en la evidencia para la detección temprana, el diagnóstico y la atención integral de los adultos es desarrollada por un grupo multidisciplinario de profesionales de la salud con experiencia y conocimiento en diferentes áreas (psiquiatras generales y con diferentes subespecialidades, metodólogos, médicos generales, médicos familiares, terapeutas ocupacionales, psicólogos, enfermeras) y representantes de los pacientes.  






La prevención se basa en la evidencia para la detección temprana, el diagnóstico y la atención integral de los adultos es desarrollada por un grupo multidisciplinario de profesionales de la salud con experiencia y conocimiento en diferentes áreas (psiquiatras generales y con diferentes subespecialidades, metodólogos, médicos generales, médicos familiares, terapeutas ocupacionales, psicólogos, enfermeras) y representantes de los pacientes.



EXISTEN DIVERSAS FORMAS DE PREVENIR LA DEPRESIÓN DE FORMA NATURAL:

1. Dormir bien
Al no dormir las 8 horas necesarias que recomiendan todos los especialistas, el cuerpo reaccionará de manera negativa, lo que hace que el estado de ánimo cambie y la persona se sienta con pocas ganas. Es por esto, que lo mejor es darle prioridad a las horas de sueño.

2. Hacer ejercicio
El deporte es esencial para mantener el cuerpo en forma, pero también tiene importantes beneficios para la salud mental. Una buena manera de liberar tensiones y olvidarse un rato de las cosas es haciendo ejercicios, mejor aún si es con la compañía de alguien. Con esto nuestro cuerpo comenzará a generar endorfinas (neurotransmisor de la felicidad y del placer), generando en nosotros una sensación de bienestar y motivación. Muchos estudios lo han comprobado.

 3. Haz lo que te gusta
Aunque se coma bien, haciendo ejercicio, y durmiendo las horas necesarias, y aún así se sigue sintiendo un gran vacío, es porque quizá no se esta haciendo lo que realmente nos gusta. Es tiempo entonces de encontrarle un sentido a la vida o algún objetivo por el cual luchar. Por ejemplo si a las personas les gusta pintar, bailar, leer o escribir es la hora de empezar a practicarlo. Se dice que las personas que tienen metas, viven siete años más que aquellas que no las tienen.

 4. Alimentos que te hacen más feliz
Quizá suene un poco raro, pero la verdad es que comer ciertos alimentos ayudan día a día a ser más felices. Son pequeñas cosas, pero que pueden ayudar de manera más natural que estar consumiendo remedios que pueden ser dañinos para la salud. Comer algún cereal integral junto a un lácteo y fruta, son base de un desayuno completo que son fundamentales para levantarnos con el pie derecho y así sentirnos mucho mejor.

5. Compartir con amigos
Los seres humanos necesitamos de la compañía de alguien cuando queremos celebrar o cuando nos sentimos tristes. Una de las mejores formas de pasar un buen rato es estar con amigos y poder reír a carcajadas. Son muchos los beneficios que entrega la risa a nuestro cuerpo y a nuestra salud mental que quizá se desconozcan. La risa contribuye a un cambio de actitud mental que favorece la disminución de enfermedades, ayuda a liberar el temor y el sentimiento de angustia, también libera endorfinas, entre muchos otros. Si una persona se siente sola, deberá de buscar un grupo de amigos y verá cómo por un rato olvidará los pensamientos negativos que rondan en su cabeza.


BIBLIOGRAFIA 

  • Guía de trastornos depresivos.
  • Prevención del comienzo de la depresión (Vásquez Torres) estado actual y desafíos futuros
  • Gómez Restrepo, Uribe Restrepo, Alzate García. Capítulo 49: Trastornos afectivos: Trastornos depresivos. En: Gómez Restrepo, Hernández Bayona, Roja Urrego, Santacruz Oleas, Uribe Restrepo. Psiquiatría Clínica. Diagnóstico y tratamiento en niños, adolescentes y adultos. 3ª edición. Editorial Médica Panamericana. 2008.

  • Judd, Akiskal SA, Maser JD, et al.A prospectivo estudio de 12 años de subsyndromal y síntomas de depresión síndromes en los trastornos depresivos unipolares. Arco General Psychiatry 1988; 55: 694-700

ANEXOS 

CUADRO COMPARATIVO


EPISODIO DEPRESIVO VS TRISTEZA COMUN
Han de estar presentes un conjunto de más síntomas además de la tristeza (pérdida de peso, insomnio, fatiga, inactividad).
No es tan intensa, ni le acompañan otros síntomas.
Dura más de dos semanas de forma continua
Es ocasional, pasajera, no dura más de unos días.
Es incapacitante, interfiere en nuestra vida cotidiana y provoca deterioro.
No es incapacitante ni persistente, se puede seguir con la rutina normal pudiendo apartar lo tristeza.
Generalmente no existe alguna causa específica directamente relacionada.
Suele venir provocada por un hecho concreto, que podemos identificar fácilmente.



ROTAFOLIO 




TRIPTICO


CARTEL


PRESENTACIÓN POWER POINT













CARTA PROGRAMÁTICA


PODCAST


No hay comentarios:

Publicar un comentario